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29 may 2010

Nº 120. Poesía. f. figura de pensamiento. Antología, de Veronica Forrest-Thomson




"Los poemas te enseñan tanto:

a no esperar respuesta.

Pero continúa haciendo preguntas:

es lo importante".





Concibiendo la poesía como medio de (re)conocimiento, de reconstrucción de la realidad a través del lenguaje, VERONICA FORREST-THOMSON
aunó filosofía, lingüística y la herencia de la cultura clásica, para hacer de su poesía un campo de experimentación, un medio de progresión de los códigos literarios que desencajasen la serena expectativa del lector. Dulce ironía, pudoroso discurso de un yo desdibujado... Intelectualismo y sentimiento convergen en una voz fundamental de la poesía inglesa de la segunda mitad
del siglo XX.

Edición y traducción de RAÚL DÍAZ ROSALES







ÍDOLOS DEL (SUPER)MERCADO


Wittgenstein diría”

(L. W. 1889-1951)

pero está muerto;

por tanto y sin embargo

se pueden utilizar en una monografía literaria para decir

algo.

Nada más indefenso a este respecto

que nosotros, las apuestas a nuestro favor

juegos de lenguaje–literatura inglesa en este caso

pero historia o ciencia

servirán a nuestro fin igual de bien.

La perfección de la vida o del trabajo”.

____________(W. B. Y. 1865-1939)

La perfección no es posible en nada”.

____________(W. H. A. 1907- )

Estas son algunas de las

Lecciones de los maestros

____________(y otra es que la sexualidad

____________es una rama de la estética;

____________pero esto es en realidad una digresión).

Más allá los dos significados

de hieros

_______(gr. sagrado, desventurado)

se aplican a la Fuente Sagrada, «desde

donde mi ser flota

o se seca”.

____________(H. J. 1843-1916

____________W. S. 1564-1616)

Minny Temple se muere por él.

Él consideraba necesario que el pelo rojo

se convirtiese en pigmento en un lienzo

de Broncino. Nosotros necesitamos

convertirnos en pigmento

y cuando nos enfrentemos, en cualquier

evento social, con los lienzos

____________(en el arte de la novela

no hay escena

que no sea argumento,

no hay diálogo

que no sea escena.)

para decir, como de Wittgenstein,

y muerto, muerto, muerto”.

Pero “el arte es desechable hoy en día”

lo que hace la definición de todo eso

más difícil; especialmente como un

hospital psiquiátrico tamiza más

eficientemente “la loca oscuridad abstracta”.


(o incluso se seca)




Nº 119. Casa abierta, de Javier Fernández



JAVIER FERNÁNDEZ (Córdoba, 1971) es autor del volumen de relatos La grieta (2007), la novela Cero absoluto (2005) y el libro objeto Casa abierta (2000, con el heterónimo El ursa). Ha traducido La mariposa de latón (2010), de William Golding, y Fiebre de guerra (2008, junto a David Cruz), de J. G. Ballard.


En Puerta del mar hemos querido la recuperación de este singular poemario, en su día no tan difundido como sin duda merece por su calidad.


"Casa abierta no es un lienzo, pero está dibujado sobre la página, y desde el momento en que el dibujo, que es lo plástico esencial (Degas), aparece en un libro, éste adquiere, al menos, plasticidad. Por supuesto, es un libro, raro, pero libro: está publicado, y no expuesto (aunque su exposición sería factible), y nos referimos aquí a Casa abierta como 'algo más que un libro', y no algo menos que un cuadro. No es, como buena parte del arte contemporáneo, una plástica discursiva, sino un discurso plástico, algo totalmente novedoso y muy lejano de caligrafismos o creaciones híbridas. (...) Este libro abre unas expectativas ilimitadas al arte de escribir y al de criticar; pero desde luego, y les animo a ello, al hasta ahora bastante pasivo arte de leer."

VICENTE LUIS MORA



se incorpora en la cama oye el motor del cortacésped el golpe



de una lata de gasolina contra otra mi madre está fregando el



suelo piensa ¿qué día es hoy? piensa y vuelve a dormirse



anoche escuchó ecos suaves y entre c o rtados en el dormitorio de



sus padres mientras iba al baño menos suaves a la vuelta las



sábanas aún estaban calientes al instante quedó dormido



llovía el sonido del agua en la tormenta cuando llueve mucho el



agua cae en riada por la carretera soñó que nadaba en la riada



el agua saltaba a borbotones debajo todo estaba en calma



el niño escucha voces en el piso inferior alguna visita la cena



está preparada sentado en el borde de la bañera trata de



reconocer las voces ahora me llamarán pero no bajaré hasta



que se hayan ido no le llaman ahora subirán y verán que el



baño está ocupado y saldré y bajaré a cenar no suben sentado



en la bañera pasan los minutos la cena se enfría se hace tarde



las llaves están al otro lado de la puerta y no hay nadie en la



casa no se oye ningún ruido el niño coloca una silla sobre la



mesa de mármol del jardín se sube a la mesa luego a la silla se



agarra a los barrotes de la terraza eleva el cuerpo con los brazos



lo pasa sobre la baranda busca bajo una maceta la llave abre la



puerta de la terraza vuelve a colocar la llave bajo la maceta

nº 118. Infinitos corpúsculos, de Rebeca Yanke


REBECA YANKE nace en Bilbao en 1978 y es redactora del diario El Mundo. Desde el 2007, y bajo la apariencia de una u minúscula, compone su lenguaje para reconocerse en la escritura y el silencio.
Infinitos Corpúsculos
es, en sí, un pleonasmo, y también el título del blog donde aparecieron los poemas que recoge este libro: el devenir de una letra entre escaleras de palabras.





CRECIDA, QUIERO DECIR, PERDIDA

he salido a la hierba esta madrugada,

creo que quería convertirme en brote,

como la poeta julia de burgos,

y olvidarme de todos los hombres.

llevaba una capa prestada y un jersey

gris por todo abrigo, las botas con la

cremallera bajada, los pantalones caídos

y he visto estrellas. si hoy hubo nubes,

¿mañana (cuándo eso sea, por todos los

dioses) hará sol? después subí deprisa

unas escaleras, me desprendí de todo,

bebí agua en desnudez (creo que es lo

que mejor sé hacer) y perdí la respiración,

pero eso que me nombra y enumera me

latía. sigo viva. leo a derrida, blanchot,

deleuze, auge, jesuschrist (esto no forma

parte de la enumeración), ¿alguien tiene

a mano algún poema de Picabia?



nº 117. La última distancia, de Javier Vicedo

JAVIER VICEDO ALÓS nace en Castellón en 1985, aunque desde hace dos años reside en Madrid. Es autor del poemario Ventanas a ninguna parte (Ed. Pre-textos, 2010) y del cuaderno de poemas El azul silencio del hombre (Ed. Aula de poesía, 2008), con sus obras ha obtenido, entre otros galardones, el II Premio de poesía joven RNE (2010) y el IV Premio de poesía Bancaja de Creación (2007). Durante el 2008 fue residente de la 6ª promoción de la Fundación Antonio Gala como reconocimiento por su labor literaria. En la actualidad compagina sus estudios de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid con la elaboración de un nuevo libro.

En La última distancia el poeta aborda la distancia espiritual que nos separa irremediablemente de todos los lugares y cuerpos, esa distancia radical y definitiva que nos hace para siempre extraños del mundo y de nosotros mismos.



INCONTENIBLE

Vivo en mi cuerpo como podría vivir en cualquier otro continente: deseando vivir lo incontenible.



POÉTICA

No eres tú, ni es tristeza lo que escribes. Escribes la impotencia de no ser todos los hombres.